¿Futuro de las autodefensas?

Futuro de las Autodefensas: Acción colectiva-Movimiento Social- Partido Político

El problema del narcotráfico en Michoacán, aunado a la imposibilidad de las autoridades correspondientes para resolverlo, ha provocado que campesinos y ganaderos de algunos municipios tomen las armas para combatirlo ellos mismos. En su búsqueda por proteger a sus familias y localidades, se formaron grupos de autodefensa (GAD), cuya finalidad es acabar con los secuestros, asesinatos y extorciones que se registran en la zona.
Este suceso pone de manifiesto, en primera instancia, la inexistencia de un partido político en México que represente efectivamente los intereses del sector campesino, simultáneamente resalta los intentos de un movimiento deslindado del Sistema Político (SP) que comienza a tener participación política, aunque sin ser ésta su principal intención. Ulteriormente, refiere el problema teórico-práctico al que se enfrenta cualquier sujeto al intentar solucionar el problema, pues, cuando se intentó solucionar en la práctica misma, surgen problemas de tipo jurídico y  cuando se ha intentado solucionar el problema desde aproximaciones teóricas, en la práctica no ha representado un cambio importante.
La  aparición de GAD puede explicarse por el hecho de que  sea un número considerable  la cantidad de localidades del Estado de Michoacán que están  marcadas por el problema del narcotráfico. Javier Brown Cesar explica que la respuesta emocional a los GAD puede hacer que las personas se vuelvan más influenciables y en consecuencia, el nivel de apoyo social a estas crezca exponencialmente. Aunque existe la posibilidad de que, si la problemática que afecta a la comunidad desaparezca, las autodefensas hagan lo mismo.  La proliferación de grupos de autodefensa y la posibilidad de que entre estos se den redes cooperativas  puede tener el potencial para que surja un movimiento social. (Brown, 2013, p.p. 7).

Este tipo de acción colectiva que surge con un gran potencial para convertirse en movimiento social ¿llegará a consolidarse como partido político?, en el desarrollo de este ensayo elaboraré y explicaré la respuesta a ésta pregunta.
Deustch explica que una necesidad es un insumo o dotación de alguna cosa, cuya carencia va seguida de un daño observable (Deustch, 1976, p.p.25). La carencia de una política pública (de seguridad) en Michoacán ha provocado que existan grupos delictivos que extorsionan, secuestran y asesinan a los habitantes de la región. El autor también formula que los intereses verdaderos o bien entendidos se relacionan a menudo con las necesidades de los individuos, entonces para que las necesidades humanas adquieran efectividad política deben ser traducidas a intereses activos.  Intereses que en el SP no pueden ser representados por un movimiento, sino es a través de un partido.  
Cuando los demás canales de participación política (movimientos, sindicatos, asociaciones, cámaras de comercio) resultan ineficaces parea resolver una situación, es necesario que los movimientos sociales planteen vínculos con partidos políticos para que estos representen sus intereses.
Sergio Tamayo en su escrito Sustituismo o Enraizamiento explica que debe distinguirse entre movimiento y organización, puesto que no puede reducirse a los movimientos a sus recursos movilizados de tipo organizacional. Así, afirma que un partido es una organización, mientras un movimiento es la transgresión de toda institucionalización.  “Los objetivos en uno (partido) son políticos y de transformación, en el otro (movimiento) son de reivindicación de necesidades concretas”. (Tamayo, 2003, p.p. 81)
Los GAD son un movimiento, son una transgresión de la institucionalización, en donde sus acciones, que se dan fuera del marco del Estado de Derecho, están en reivindicación a una necesidad concreta (política pública de seguridad).
Las acciones emprendidas por los GAD son derivación de un mal funcionamiento de los inputs y outputs del SP en México. La petición de una política pública que blinde a los municipios afectados por el narcotráfico, en forma de demanda (input), una vez procesada en el SP (conversión), ha regresado, ahora en forma de respuesta (output), de diversas maneras pero no ha dado una solución real al problema, provocando  que se merme la confianza de las personas en las instituciones.
Tamayo explica que existe una “correlación efectiva entre pérdida de confianza en las instituciones democráticas y mayor desarrollo de la acción social colectiva”. (Tamayo, 2003, p.p. 61). De esta forma puede verse como en el Estado de Michoacán la pérdida de confianza de la colectividad social en las instituciones, dada la imposibilidad de estas de dar una solución perceptible al problema, ha provocado que algunos municipios tomen por cuenta propia el problema, fundando GAD que combaten la violencia, a la que son sometidos, con violencia. Creando con esto una transgresión del orden institucional, en donde se encuentra el tema del monopolio de la violencia física legitima por parte del Estado, es decir, los problemas de legalidad y legitimidad en que incurren  las acciones emprendidas por parte de los GAD.
De lo anterior, puede reflexionarse un problema (en la práctica), que coloca a los GAD ante los narcotraficantes, obligándolos a hacer uso de las armas violando la ley, o no violando la ley, pero ubicándolos vulnerables ante éstos, y una pregunta: ¿puede resolverse éste problema a partir de la política? (en la teoría).
La política es la toma de decisiones por medios públicos y el proceso por cuyo conducto se asignan los valores de una sociedad, a partir de ésta se toman decisiones que repercuten en  la vida de miles de personas. El aspecto central de la política y que es necesario para este análisis es la legitimidad, Deutsch la define como “la promesa de que la búsqueda de un valor resultara compatible con la búsqueda o disfrute de los demás valores” (Deustch, 1976, p.p.27). En el caso de los GAD que se encuentran en la ilegitimidad por el uso de la violencia física, la legitimidad puede traducirse como la promesa de que la búsqueda de la protección de sus localidades y familias (bienestar), será compatible con el respeto por las leyes (Justicia y rectitud).
Por otra parte, decir que los GAD son un solo movimiento social sería un disimulo de la situación real,  puesto que existen en Michoacán GAD que han firmado un acuerdo (conocido como el acuerdo de Tepalcatepec) con la SEGOB en el que se comprometen, entre otras cosas, a deponer las armas, puesto que también hay grupos que se dicen desvinculados de este arreglo, que no están de acuerdo en deponer las armas. De esta forma, puede verse como existen grupos heterogéneos que difieren en los medios, pero que su fin es el mismo, blindar sus localidades del narcotráfico.
En cualquier sociedad, existen numerosos grupos de interés, pero a menudo es necesario que estos aprendan a trabajar juntos y se establezcan alianzas para alcanzar objetivos en común, puesto que esa coalición estable es más fuerte y poderosa que cualquiera de los grupos por separado. En el ámbito de la política “un partido político es una coalición estable entre los intereses de diferentes grupos”, estos son organizaciones claves para obtener resultados sociales y políticos (Deustch, 1976, p.p.71).
Pero las posibilidades de la transformación de la seguridad en Michoacán, no puede simplemente entenderse como si la solución fuera la sustitución del canal de participación política, es decir, de la participación política a través del movimiento a la participación política a través del partido. El proceso de construcción de la política pública en Michoacán, en materia de seguridad, debe construirse por el conjunto de ciudadanos y por sus organizaciones.
Tamayo, expone que “el partido no es el movimiento, sino que forma parte de él. El movimiento no es el partido, sino mucho más que él” (Tamayo, 2003, p.p. 84). La diferencia radica en el hecho de que la participación política del partido es por la vía institucional, mientras la participación del movimiento,  debido a la emergencia con que  habitualmente surgen éstos, es en la mayoría de los casos, transgrediendo esta institucionalización.
Deustch explica que existen aguijones para la acción política (Deustch, 1976, p.p. 67). No todos los individuos dedican su tiempo a la política, ya sea porque les falta motivación o por que no ven recompensas derivadas de ésta.  Es solo en momentos de emergencia nacional cuando cambia el panorama, puesto que ahora los intereses de la política parecen importantes en verdad y, en ocasiones, pueden incluir la supervivencia. En estos momentos de emergencia individuos que habitualmente no dedicaban casi nada de su tiempo o atención a la política, se interesan en hacerlo. Incluso si los implicados son molestados seriamente, puede hacer que éstos dediquen gran parte de su tiempo y actividades a la acción política directa.
En el caso de Michoacán, el problema del narcotráfico es una situación de emergencia que derivó  en la formación de GAD, y en la politización de la respuesta que el Estado debe dar a sus acciones.
El Estado ha optado por la inclusión, es decir, ha pretendido canalizar las demandas y acciones de los GAD a un modelo de policía comunitaria, a la que ha llamado policías rurales (PR). El modelo de esta policía  “surgió de un proceso de análisis y debate que tuvo como causa el aumento de la delincuencia en la Europa Occidental y en los Estados Unidos. Resalta el papel de la comunidad como eje para la vigilancia y para fortalecer mecanismos de rendición de cuentas” (Brown, 2013, p.p. 61).  Entre los rasgos principales que destaca este modelo de policía, que es parte de una política pública gubernamental, resalta el hecho de que esté enfocado a políticas orientadas a resultados, mediante la solución de problemas de seguridad concretos que afectan a la comunidad.
Esta respuesta propone, además de la solución del problema del narcotráfico, que las policías tengan comunicación directa con los ciudadanos y dar al movimiento de los GAD legitimidad (por resultados).
La legitimidad por resultados se da cuando los individuos de una comunidad están conformes, con las políticas aplicadas, si en la práctica estas políticas realizan cambios tangibles (es decir, por lo que hacen).
Las acciones emprendidas de los GAD, ahora PR,  serán monitoreadas y evaluadas, con el fin de crear una fuerte estructura de redes sociales que favorezca las actividades de prevención del delito (relación Estado-Sociedad).  
De esta forma se puede ver que en las relaciones Sociedad-Policía-Estado existe una carestía de comunicación que permite que grupos delincuenciales se infiltren en la sociedad, además de que no existe un programa de monitoreo mediante el cual, pueda prevenirse el resurgimiento del problema.
Además, en las relaciones Sociedad-Partido-Estado existe una discontinuidad de las demandas-soluciones que lleva a que la sociedad, representada a partir de movimientos, busque formas de resolver sus apuros por otras vías, que no son institucionales. Que de no resolverse tal discontinuidad podría llevar a problemas de gobernabilidad. Pues, las redes cooperativas entre los movimientos tienen el potencial de llevar al surgimiento de un partido de oposición.






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